OBSOLESCENCIA PROGRAMADA ¿COMPRAR PARA TIRAR?

¿No os ha pasado nunca que un aparato de alta calidad y que funcionaba perfectamente se os ha estropeado de repente y sin motivo aparent...



¿No os ha pasado nunca que un aparato de alta calidad y que funcionaba perfectamente se os ha estropeado de repente y sin motivo aparente? Muchas personas creen que es un problema de calidad o que la marca no es tan buena como parece, pero en realidad el aparato que compraste ya venía con 'fecha de defunción' programada. ¿Que de qué estoy hablando? Pues de algo llamado obsolescencia programada.

La obsolescencia programada no es más que otro truco empresarial resultado del desarrollo tecnológico, la globalización, el capitalismo y la insaciable búsqueda de más y más beneficio. Lo que hacen los fabricantes es calcular un período de tiempo de vida útil durante la fase de diseño de un producto, para que, pasado este periodo, dicho producto se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Y es que cuando las abuelas dicen eso de “antes las cosas durabán más” tienen toda la razón, como de costumbre. ¿Sabías que en 1911 una bombilla podía alcanzar una duración de 2500 horas?  De hecho, la llamada Bombilla Centenaria de Livermore lleva la friolera de 112 años encendida. Hoy en día, la vida de una bombilla se ha reducido muy pero que muy considerablemente y todo por culpa de los fabricantes.

Muchas personas creen que la obsolescencia programada es un mito, ya que realmente es un concepto un tanto rebuscado propio de una conspiración de película, pero en realidad es un secreto a voces, real y del que no interesa hablar por razones obvias.

¿Ventajas de este engaño? Para nosotros ninguna, ya que supone un atentado contra nuestro bolsillo, pero para los empresarios desde luego muchas, pues aumentan enormemente su beneficio.

Desde luego esto no es más que el resultado de nuestra sociedad sumamente capitalista. Vivimos encerrados en un ciclo sin fin de consumo: nos compramos un producto y a la mínima que vemos uno mejor ya queremos desechar el que teníamos. ¿Será culpa nuestra entonces que los fabricantes se aprovechen de nuestro deseo insaciable por el consumo? ¿Sólo son los aparatos los que se quedan obsoletos? ¿O nos estamos quedando así también nosotros?

Si quieres informarte más sobre este interesante tema, hay numerosos documentales en la web. Yo os dejaré con este divertido corto animado que critica nuestro mundo consumista y la ignorancia de la que se aprovechan los fabricantes.




Después de ver el corto deberíamos darnos cuenta de que a veces es mejor levantar la cabeza de la pantalla, que la realidad es más bonita vista con nuestros propios ojos y nos la estamos perdiendo.

En resumen, si queremos empezar a cambiar las cosas, debemos comenzar a tomar consciencia de que somos marionetas de las empresas multinacionales. Si es que ya lo decía Gandhi...



  “El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos".

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